miércoles, 25 de mayo de 2011

Las noches en vela, las réplicas.

El día en el que me dijeron que había perdido mi casa y todo lo que ella tenía en sus tripas, el mundo también se vino al suelo.
Recuerdo mi poco apetito y el juego de la cuchara en la sopa. Las caras de mi familia a la hora de la comida...
Estaba todo muy reciente. Más que comer, necesitábamos masticar todo lo ocurrido.
Había muerto una parte de mí, una parte de nosotros.
Nadie decía nada, más que un, pásame la sal. Gracias.
Aunque ya estaba mi abuela para romper el silencio.
-Come algo, venga, no puedes seguir así. Vamos sólo un poco.
Como si hablase con una niña pequeña que se niega a comer.
Me levanté, no soportaba esa escena.....


El día en el que me dijeron que había perdido mi casa y todo lo que ella tenía en sus tripas, mi mundo, se vino al suelo.


1 comentario:

  1. Quisiera poder abrazarte,un abrazo de verdad.
    Si por aquí pudiese salir todo el ánimo que quiero mandarte, está claro que las personas dejaríamos de ser especiales, totalmente.
    Por eso espero ver tu carita sonriente pronto y darte un besico. Y un abrazo.
    Mientras tanto vuelan por aquí ambos*

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