Me hicieron feliz.
Traían luz, poesía, lucha y mucho amor.
Cantan y recitan desde el estómago,
ríen desde las tripas, y no con un poco, sino con todo el corazón.
Y a mí...
A mí eso me fascina, me atrapa, me enamora.
Porque encima, ni besan por cortesía, ¡abrazan, oiga, abrazan!
Son este tipo de personas las que me arrancan a cachitos el alma.
Suso Sudón y Pedro Pastor, si no les conocen, corran a buscarles, se de lo que hablo.