Te he dejado en la despensa lunas,
si acaso es que oscurece.
Creo que se hace tarde y ya empezó la orquesta.
Busca entre la gente.
Caras demasiado cuerdas
para un escenario cada Viernes,
esperaré hasta el Sábado
y la feria fue cambiándome la suerte.
Pongamos que te pongo y me pones
el derroche entre las manos.
Pongamos que él te llama y no le coges,
y se nos juntan los labios.
Y no te quiero tanto,
los días de Domingo que pesan como años.
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