domingo, 31 de julio de 2011

Mi primera vez en Madrid.
Mi primera crema catalana.
Avenidas repletas de luces y tráfico. Indignados en bicicleta y prostitutas.
Frappés de tiramisú, y granizados a un módico precio de 5 euros la unidad.
Músicos a mitad de Gran Vía, y además músicos de verdad. Generalizo por un trío de violines y chelo que me dejó perpleja.
Fuera complejos. Qué gusto ver que la gente no se corta por qué puede decir el panadero de la esquina, o la vecina del segundo. 
Creo, que es una de las cosas que más me gusta de las grandes ciudades. La libertad, la pluralidad de estilos.
El Retiro, los paseos, las noches de verano en la Plaza Mayor, en la Puerta del Sol.
Las manifestaciones.
La lotería de Doña Manolita.
Bodega "El Bocho", menú del día.
Antonio López, su pintura, su saber dejarme sin palabras frente a sus cuadros.
El Prado, El Thyssen.
La muralla de Ávila, su chuletón, su salmorejo, su calor. 
Pero todos mis puntos negativos a los precios para ver las catedrales de Ávila y Toledo, 7 € por persona. Y eso, que es la casa de todos...
Helados de limón. 40º a la sombra.
Borrachos por el suelo que forman espectáculos para amenizar noches en Callao.
Luces naranjas en los baños del hotel que te invitan a darte baños relajantes de horas y horas.
Ampollas en los pies, caminatas.
Hippis que juegan a esquivar el suelo con sus malabares haciendo difíciles posturas, pero que aún así te regalan su sonrisa al ver, que te has parado y le has echado una moneda a su bonita chistera de color.
Y familia, y molinos y Sanchos Panzas con sus Quijotes, y coche, y más coche y cansancio, y siestas y música para acortar los km entre Madrid y Murcia.
Y sexshops por cada esquina, y banderas multicolor en cada calle. 
Y vagabundos en cartón y empresarios trajeados en descapotables.
Y Miguelitos de la Roda, claro. Que si no vas a Albacete "caga y vete" y no pasas por la Roda a comprar dicha delicia, es como si no hubieses salido de casa.



Mi primera vez en Madrid, y seguro, que la primera de muchas.





martes, 26 de julio de 2011


Y no todo es malo.
Las noches de verano con luna.
La arena, el sol, la playa y los mojitos.
He dicho.

martes, 19 de julio de 2011


Debes besar muchos sapos y dragones, para encontrar a tu príncipe de colores.

lunes, 18 de julio de 2011

El pasado emergió como una prefiguración fantasmal que emanara del alma de aquellos objetos abandonados apresuradamente, los cubos, las brochas, las paletas cubiertas de costras de color, y sobre todo el camastro pegado a los desconchones de la pared.
Debajo ya no estaban las sandalias planas de Coral, cuya hebilla se clavara en el talón aquella noche en que se levantó por un vaso de agua, y caminó cojeando, mientras su risa soñolienta sonaba como un grato rumor en la oscuridad. Qué triste y abandonado estaba todo ahora, muerto bajo un manto de polvo. Aún parecían persistir sus huecos vacíos, esperando un regreso que nunca tendría lugar. El somier de muelles infames que les taladraba los omóplatos, 

recordatorio de dulces batallas.




viernes, 15 de julio de 2011

Las mentes están oxidadas.

Nunca entenderé esa forma de generalizar. De decir que los catalanes son, y los vascos dejan de ser.
Me duelen los oídos de escuchar que ojalá existiese una muralla de 15 metros que nos separase de ellos. Pues oiga usted, a mi que me dejen dentro de ella. Que yo me voy con los que no quieren ustedes.

Esas mentes pequeñitas que piensas que TODOS los catalanes son independentistas, tacaños, que TODOS los vascos son asesinos...
¿En qué siglo vivimos? Creo que la Edad de Piedra paso hace un trecho...

Hay murcianos más tacaños que muchos catalanes, incluso asesinos que con sus propias manos matan a sus mujeres y señores, NO SON VASCOS!!!
Me sale urticaria cuando escucho hablar a gente así. Incluso me hace daño que me digan que si algún día estudiase en Barcelona y hablase catalán no les dirijiese la palabra. O que mucho menos, me echase un novio de allí.
Y yo, con mi buena fe y sin quitar la sonrisa de mi cara les digo que mi novio va a ser catalán y si no lo quieren, ya lo querré yo, y si no me quieren escuchar, que no lo hagan, que ya les hablaré a gente con un poquito más de frente.
He aprendido a no gastar saliva con este tipo de seres a los que cuando dices que respetas la decisión de los toros en Cataluña (ya que ni pinchas ni cortas, y además ni te gustan los toros) se te echan a la cabeza como si de ti misma hubiese salido ese acuerdo. Ojo, tampoco defiendo.
Hablan de cortar cabezas.  Se me congela el cuerpo, igual que sus cabezas.
Y no se dan cuenta que hace años ya en Canarias prohibieron la muerte del animal de esa forma. Pero claro a ellos se les puede respetar.

Hablo con mi madre y me cuenta, que en tanto años que ha vivido en Barcelona, jamás y dice JAMÁS ha escuchado palabras tan sangrientas hacia el resto de España, ni murcianos, ni valencianos, ni andaluces ni gallegos.
Hablamos con orgullo cuando decimos que tenemos familia allí, y que nos encanta todo lo que a esa comunidad se refiere.
No defiendo a independentistas y mucho menos a los extremistas, pero RESPETO todas las mentalidades, y ni juzgo ni dejo de juzgar.

Se que estas mentalidades no van a cambiar, que los enfrentamientos van a seguir y mucho más cuando el dichoso deporte de hombres en patalón corto tras un balón se mete por medio.
Pero señores, solo digo una cosa más... antes de juzgar mírense así mismos y a su alrededor y dense cuenta de que no de etiquetas vive el hombre.


Hoy, necesitaba decir esto.
Desgraciadamente, de un tiempo a esta parte he observado como esto no lo piensan ni uno ni dos, sino demasiados...
Así que si tras leerme os dan ganas de no volver a hablarme, Touché!
pero la libertad de expresión es muy bonita y sana.



martes, 5 de julio de 2011