Pero yo trabajo mañana, y al otro, y al otro, y al otro...y, jolin.
Aunque si quieres, algún día de lluvia podríamos ir a la montaña.
-Entonces, "nos vemos cuando llueva". Y dame un beso, anda.
Se despidieron. Él se quedo allí con sus botellas y su copas. Ella, continuó la noche entre globos y algodones de azúcar.
Caminos diferentes, que, en media hora y tras una tormenta de miedo, se volvieron a juntar.
Ella llegó calada a la barra de aquel bar.
Está lloviendo y...