domingo, 11 de septiembre de 2011

11, otra vez.

Mi tío vivió el 11 de septiembre de 2001; él tenía 22 años cuando pasó. Dice que lo realmente fuerte fue ver en directo la colisión del segundo avión. Siempre se preguntaba : <<¿El segundo avión tardó en impactar el tiempo justo para que todas las televisiones pudieran informar de la colisión del primer avión? ¿O debía chocar a la vez que el primer avión pero se retrasó? >>. Eso le preocupaba enormemente. Deseaba saber si en realidad los artífices de aquello querían que todo el mundo conectara la televisión y viera el segundo impacto o fue una casualidad macabra. A veces, él mismo se respondía: <<Si es lo primero, la maldad humana no tiene límites>>. Y os juro que sus ojos se inundaban de una tristeza extrema.

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