martes, 11 de octubre de 2011

Redoble.

El chiste más malo del mundo, se hacía bueno al salir por tu boca.
Las horas de espera en conserjería sabían a risas por tí.
Ya no hay puerta de madera, ni bici aparcada en ella.
Hoy no río a carcajadas, ahora lloro por tí.
Porque nada será lo mismo.

Tengo imágenes que quisiera sacar. Y otras tantas que no pienso borrar.
Te veo a todas horas, sonriendo en cada paso, con tus tontunas por bandera.
Y me retuerzo, me revuelvo en cada retortijón.

No logro entender, nadie lo hace.
Me encantaría tener la respuesta, pero ni yo, ni ninguno la tenemos.
Son días duros. Serán días duros.
Y aunque ya, los chistes malos sigan siendo malos y nada tenga arreglo. Pondré una sonrisa en cada uno, por tí.

Redoble de tambores, por favor.
Descansa en paz.


" -Vamos Antonio, uno rápido!, por fa por fa!
Esto era uno que...."

No hay comentarios:

Publicar un comentario